- Año: 2007
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Fotografías:Núria Vila
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Los dos principales condicionantes que posteriormente definieron la forma y el estilo del proyecto se deben a la relación espacio-tiempo. Respecto al primer factor, tiene que ver la forma en que se produjo el encargo del proyecto siendo este una rehabilitación de una casa existente.
El hecho de que se tratase de una arquitectura descontextualizada, acentuado por el uso de sistemas constructivos prefabricados y de que en cambio la situación geográfica de la parcela gozase de un enclave privilegiado, ubicada en una pequeña cordillera con vistas al mediterráneo, nos hizo decidir apostar fuerte en el proyecto y convencer a los propietarios para derribar la casa y partir de cero.
Finalmente se decidió conservar solamente el garaje semienterrado y aunque fue una difícil decisión que marcó la futura relación de absoluta confianza con los propietarios, también es verdad que al partir de unos cimientos preexistentes, condicionó en parte la ubicación y forma compacta del nuevo edificio.
El segundo factor que influyó en el estilo del proyecto fue la circunstancia que el diseño se realizó en Leipzig, cerca de Dessau y creo que nuestras continuas visitas a esta ciudad marcada por la arquitectura de la Bauhaus influenciaron tanto en la forma, proporción y colores y fraguaron una imagen de la casa influenciada por las casas de los maestros de la Bauhaus diseñadas por Gropius.
El edificio se estructura a partir del sótano y la escalera existentes. Se construye un nuevo tramo que se situará exactamente por encima del actual, facilitando la comunicación vertical. Se piensa en una escalera de plancha metálica de aspecto liviano y que permita también la comunicación visual. Se complementa este elemento central con un mueble chimenea, actuando todo ello como un centro geométrico de referencia, permitiendo que el espacio fluya por las distintas dependencias de la casa separados sólo por muebles bajos y puertas correderas, concibiendo así la vivienda como un solo espacio.
El color rojo de la pared central acentúa todavía más este efecto, sobretodo de noche momento en que la casa se convierte en una urna de cristal y emana de ella una luz roja hacia el exterior. Se quiere lograr en todo momento una interrelación dentro-fuera que hace del mar el otro elemento de referencia, acentuándose las ventanas en las fachadas marítimas provocando la comunicación visual con el horizonte desde cualquier lugar del interior.
En la primera planta el volumen edificatorio se retrasa dando paso a una terraza a modo de belvedere, tratada con materiales estilo Zen para conseguir un pequeño oasis donde relajarse en pleno contacto con la naturaleza.